MADRID, 27 Jun. (CulturaOcio) -
Ya está disponible en Netflix la tercera y última temporada de El juego del calamar. Como era de esperar, la nueva tanda de episodios ha implicado un gran número de muertes (algunas de ellas, especialmente desoladoras) y, para bien o para mal, ha supuesto el desenlace del enfrentamiento entre Gi-hun y el Líder.
Y a pesar de ser la temporada más corta del fenómeno coreano, sus seis episodios condensan una gran cantidad de acontecimientos que conviene repasar pausadamente.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Mientras que la segunda temporada terminaba con varios participantes supervivientes en la competición, la tercera, al igual que la primera, ha acabado dejando a un solo jugador con vida. Una ganadora improbable ya que se trata de la recién nacida jugadora 222, que nació en los juegos que luego ganaría como sustituta de su madre en el macrabro concurso. No obstante, para llegar a esta conclusión, antes ocurren muchas otras cosas.
Al inicio de la temporada 3, tras su fallida rebelión, Gi-hun (el jugador 456) se ve obligado a seguir participando en los juegos. En la primera prueba, una sanguinaria versión del clásico escondite, los participantes se dividen en dos grupos, con los integrantes de uno teniendo que matar a los del otro.
Entre las muertes más destacadas están las de Dae-ho (jugador 388), que es asesinado por Gi-hun, que le culpa del fracaso de la revuelta por su acto de cobardía; la chamana Seon-Nyeo (jugadora 044) muere a manos de un drogado Min-su (jugador 125) y la soldado transexual que es asesinada por Myung-gi (el jugador 333) tras salvar a la madre de su hija, Jun-hee (jugadora 222) mientras daba a luz.
Además, en un cruel giro de los acontecimientos, Yong-sik (jugador 007) es asesinado por su propia madre, Geum-ja (jugadora 149), que no duda en suicidarse después. Por otro lado, Jun-hee da a luz y los VIPs que siguen la competición en vivo y en directo en la isla junto al Líder, deciden que el bebé continúe en el juego.
En el siguiente juego, que a grandes rasgos consiste en saltar la comba y no caerse de una estrecha pasarela, Nam-gyu (jugador 124) es la primera baja importante, mientras que Gi-hun consigue cruzar ileso llevando al bebé de Jun-hee. Pero la nota trágica llega cuando la reciente madre opta por dejarse caer, debido a que su tobillo herido le habría hecho imposible completar la prueba. El Líder decide entonces que la hija recién nacida de Jun-hee tome el lugar de su madre como jugadora 222.
Los participantes restantes optan por seguir jugando y el Líder convoca a Gi-hun a una reunión privada, ofreciéndole un cuchillo para matar al resto de competidores y salvarse a sí mismo y a la pequeña. A través de un 'flashback' se da a conocer que al propio Líder se le presentó una oportunidad similar y decidió aprovecharla, coronándose como ganador, pero Gi-hun se limita a guardarse el arma.
En el tercer juego, una versión en las alturas del propio juego del calamar, tres competidores deben ser eliminados y Min-su es el primero en ser empujado al vacío desde una alta torre. Gi-hun y el bebé son los objetivos lógicos del resto de concursantes, pero Myung-gi, que se revela como el padre de la niña, se pone de su lado, siendo los tres, los últimos supervivientes.
EL SACRIFICIO DE GI-HUN
Puesto que uno de los tres jugadores restantes debe morir, Myung-gi le pide a Gi-hun que le de a su hija, dispuesto a sacrificarla para salvarse, pero este se niega y ambos luchan. A pesar de que Myung-gi acaba muriendo, no cuenta como la víctima que exigía esa última ronda, puesto que nadie había pulsado el botón.
Así, para que la niña viva, Gi-hun acaba por eliminarse voluntariamente. Antes de dejarse caer hacia una muerte segura, el jugador 456 carga contra la competición y sus organizadores. "No somos caballos, somos personas. Seres humanos", proclama el protagonista que se lanza de espaldas al vacío.
Mientras tanto, Jun-ho ha encontrado la isla donde se celebran los juegos con la ayuda del jugador 246 (que, como se había especulado, seguía con vida y había conseguido escapar gracias a la soldado 11, No-eul) y llega a tiempo para ver cómo su hermano se marcha con el bebé en brazos, iniciando luego la destrucción del lugar.
SEIS MESES DESPUÉS
Medio año después del final de la competición, se revela que la hija de la guardia 011 ha sido localizada y que la hija del jugador 246 se ha recuperado de su enfermedad y ambos se reúnen brevemente en el parque de atracciones donde solían trabajar. Además, la madre de Sae-byeok (la joven jugadora 067 encarnada por Jung Ho-yeon en la primera temporada) se reúne finalmente con su hijo del que llevaba separada hace años y retenida en china. Hay que recordar que la jugadora 067 era una desertora norcoreana que participó en los juegos para conseguir dinero para reunir a su familia y sacar a su hermano menor, Kang Cheol, del orfanato.
Por otro lado, el Líder deja al bebé y su cuantioso premio por ganar los juegos a su hermano y viaja a Los Ángeles para encontrarse con la hija de Gi-hun y entregarle el dinero de su padre y su chaqueta. Es en las calles de la ciudad californiana además donde el Líder intercambia una significativa mirada con una mujer trajeada que se encuentra jugando al ddakji con un hombre desesperado en un callejón.
La mujer, encarnada por Cate Blanchett, es, a todas luces, una reclutadora, lo que indica que, a pesar de sus esfuerzos, Gi-hun no consiguió acabar para siempre con los juegos y que estos probablemente se hayan extendido a otros países. De hecho, esa breve escena parece preparar el terreno para el spin-off que, desde hace meses, diversas informaciones vienen asegurando que Netflix tiene en marcha y que sería una versión estadounidense de la serie en la que ya estaría trabajando David Fincher (si bien no hay confirmación oficial).
